La foto no le hace justicia, pero el cambio de esta silla fue radical.
Marta encontró esta silla tirada en la calle por lo que nos aseguramos
de limpiarla y desinfectarla muy bien.
Luego la pintamos, desgastamos en algunos sectores,
protegimos y finalmente fue al tapicero que luchó con el tapizado viejo
y las quichicientas tachas para que quede así de linda.
Si tenés algún mueble u objeto al que quieras renovar, podés sumarte a nuestros talleres libres o si no te animás, pedirnos presupuesto para que lo hagamos nosotros.